Perdonó al asesino de su hijo: La historia de Ana María
Hola Caseros, les traigo una historia quizás un poco vieja, pero que nunca está de más para reflexionar. Tomensé un ratito para leerla. Espero que la disfruten.
Perdonó al asesino de su hijo y le dió un abrazo en pleno juicio oral
"Recién había declarado el primer testigo, cuando surgió el pedido: la madre de la víctima quería hablar con el acusado de matar a su hijo. El tribunal se lo negó. Pero ella, igual se levantó de su silla y en medio de una gran tensión, se acercó al joven. Un silencio sepulcral llenó la sala. Entonces todos escucharon a la mujer: "Sólo Dios cura las heridas. Yo te perdono", dijo. Después la mujer y el acusado se abrazaron. El silencio sólo lo rompió un sollozo.
El inédito episodio ocurrió en un tribunal oral de Esquel, en Chubut. Allí, Héctor Fabián Chávez (de 25 años) está siendo juzgado por el crimen de Mariano Drew (tenía 27), el hijo de Ana María Suárez, la protagonista de la historia.
El crimen fue en Puerto Patriada (en plena cordillera de Chubut) el 22 de setiembre de 2005.
Chávez discutió con Drew. Y dicen que lo mató pegándole con una piedra. Estaban en un auto de la víctima. Eran conocidos. Drew recibió golpes en la cabeza y en la cara. Según Chávez, cuando lo dejó, el joven aún estaba vivo. También reconoció que lo atacó. Pero siempre aseguró que lo hizo "para defenderse".
El juicio oral se realiza en los Tribunales de Esquel. La Cámara la preside la jueza Cristina Jones. Y también la integran Jorge Eyo y Teresa Landa de Caveri.
Las sesiones empezaron el martes. Fue ese día cuando Ana María Suárez pidió, a través de su abogado, acercarse a Chávez. Los jueces respondieron: "Que hable después de la audiencia".
Pero la mujer no esperó. Se acercó a Chávez y cuando estuvo frente al acusado de matar a su hijo, empezó a hablar.
"Solamente la oración calma cada día mi dolor. Ayer cuando fui a la iglesia de San Cayetano, le oraba a la Virgen y pensaba que mi hijo está con Dios. Pero también pensaba en vos, que sos tan joven. No te voy a hacer daño. Sólo quiero darte esto".
La mujer abrió su mano. Allí tenía un rosario. Se lo dio a Chávez y le "Para que te acompañe durante toda la vida". Enseguida agregó: "Sólo Dios cura las heridas. Yo te perdono. Y si mi hijo te ofendió te pido perdón. Yo lo amaba y ahora quiero que vos no sufras".
Ante el asombro de todos, la mujer siguió: "El destino que te toca me duele porque trabajo con jóvenes. En esta tierra hay mucha violencia. Y vos has sido víctima de ella desde que naciste".
En la sala no había mucha gente. Pero todos quedaron conmovidos, incluido los jueces.
La mujer siguió hablando: "Queremos abrazarte con amor. Es el amor el que también ayuda a curar las heridas". Después se abrazó con Chávez.
En medio de la sorpresa, el acusado pidió hablar y lo dejaron. Entonces afirmó: "le pido perdón por haberle quitado a su hijo, pero sólo me defendí". La madre de Drew, ya sentada junto a su abogado, sólo lloraba en silencio.
Drew era muy conocido en la zona. Trabajaba en una radio y hacía un programa para jóvenes. Su hermana fue reina de la Fiesta del Lúpulo, una celebración regional en El Hoyo, una pintoresca localidad cordillerana. Allí la gente trabaja en la administración pública. Y también en la producción de frutas finas.
Después el juicio siguió. El abogado de la víctima pidió el cambio de carátula (figura como homicidio simple) por el de homicidio doloso. Y solicitó 25 años de cárcel para Chávez.
Pero el fiscal Fernando Rivarola pidió una pena más leve: 14 años. Dijo que hay se considere el "testimonio sincero" que Chávez hizo ante el Tribunal. Y aludió a su vida: "Se crió sin su madre (la había encontrado dos meses antes del asesinato), es adicto al alcohol y estuvo en varios institutos de menores".
El defensor de Chávez solicitó su absolución. Y pidió que se califique su conducta como "exceso en la defensa propia". El miércoles habrá sentencia."
Diario Clarín, 11 de Noviembre de 2006.
FUENTE
Perdonó al asesino de su hijo y le dió un abrazo en pleno juicio oral
"Recién había declarado el primer testigo, cuando surgió el pedido: la madre de la víctima quería hablar con el acusado de matar a su hijo. El tribunal se lo negó. Pero ella, igual se levantó de su silla y en medio de una gran tensión, se acercó al joven. Un silencio sepulcral llenó la sala. Entonces todos escucharon a la mujer: "Sólo Dios cura las heridas. Yo te perdono", dijo. Después la mujer y el acusado se abrazaron. El silencio sólo lo rompió un sollozo.
El inédito episodio ocurrió en un tribunal oral de Esquel, en Chubut. Allí, Héctor Fabián Chávez (de 25 años) está siendo juzgado por el crimen de Mariano Drew (tenía 27), el hijo de Ana María Suárez, la protagonista de la historia.
El crimen fue en Puerto Patriada (en plena cordillera de Chubut) el 22 de setiembre de 2005.
Chávez discutió con Drew. Y dicen que lo mató pegándole con una piedra. Estaban en un auto de la víctima. Eran conocidos. Drew recibió golpes en la cabeza y en la cara. Según Chávez, cuando lo dejó, el joven aún estaba vivo. También reconoció que lo atacó. Pero siempre aseguró que lo hizo "para defenderse".
El juicio oral se realiza en los Tribunales de Esquel. La Cámara la preside la jueza Cristina Jones. Y también la integran Jorge Eyo y Teresa Landa de Caveri.
Las sesiones empezaron el martes. Fue ese día cuando Ana María Suárez pidió, a través de su abogado, acercarse a Chávez. Los jueces respondieron: "Que hable después de la audiencia".
Pero la mujer no esperó. Se acercó a Chávez y cuando estuvo frente al acusado de matar a su hijo, empezó a hablar.
"Solamente la oración calma cada día mi dolor. Ayer cuando fui a la iglesia de San Cayetano, le oraba a la Virgen y pensaba que mi hijo está con Dios. Pero también pensaba en vos, que sos tan joven. No te voy a hacer daño. Sólo quiero darte esto".
La mujer abrió su mano. Allí tenía un rosario. Se lo dio a Chávez y le "Para que te acompañe durante toda la vida". Enseguida agregó: "Sólo Dios cura las heridas. Yo te perdono. Y si mi hijo te ofendió te pido perdón. Yo lo amaba y ahora quiero que vos no sufras".
Ante el asombro de todos, la mujer siguió: "El destino que te toca me duele porque trabajo con jóvenes. En esta tierra hay mucha violencia. Y vos has sido víctima de ella desde que naciste".
En la sala no había mucha gente. Pero todos quedaron conmovidos, incluido los jueces.
La mujer siguió hablando: "Queremos abrazarte con amor. Es el amor el que también ayuda a curar las heridas". Después se abrazó con Chávez.
En medio de la sorpresa, el acusado pidió hablar y lo dejaron. Entonces afirmó: "le pido perdón por haberle quitado a su hijo, pero sólo me defendí". La madre de Drew, ya sentada junto a su abogado, sólo lloraba en silencio.
Drew era muy conocido en la zona. Trabajaba en una radio y hacía un programa para jóvenes. Su hermana fue reina de la Fiesta del Lúpulo, una celebración regional en El Hoyo, una pintoresca localidad cordillerana. Allí la gente trabaja en la administración pública. Y también en la producción de frutas finas.
Después el juicio siguió. El abogado de la víctima pidió el cambio de carátula (figura como homicidio simple) por el de homicidio doloso. Y solicitó 25 años de cárcel para Chávez.
Pero el fiscal Fernando Rivarola pidió una pena más leve: 14 años. Dijo que hay se considere el "testimonio sincero" que Chávez hizo ante el Tribunal. Y aludió a su vida: "Se crió sin su madre (la había encontrado dos meses antes del asesinato), es adicto al alcohol y estuvo en varios institutos de menores".
El defensor de Chávez solicitó su absolución. Y pidió que se califique su conducta como "exceso en la defensa propia". El miércoles habrá sentencia."
Diario Clarín, 11 de Noviembre de 2006.
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