El cadáver del Cúcuta
Iban 68 minutos cuando Armando Carrillo desbordó por derecha dejando en el camino a Carlos Díaz, centró al área y encontró en el segundo palo a Jorge Horacio Serna, que definió y convirtió su gol nº 100 en Primera. Envigado se ponía 0-1 arriba sobre Cúcuta Deportivo en el General Santander (Colombia).
Los “motilones” (Cúcuta) se aburrían (mientras seguían perdiendo puntos de local) hasta que algo hizo que se olvidaran del resultado (y del partido).
Pronto se distinguieron los movimientos en la barrabrava (barra del “Indio”): un ataúd en andas volvió a encender a la parcialidad.
En el ataúd iba el cadáver de Cristopher Alexander Jácome (17), alias “la Iguana”, hincha del Cúcuta asesinado a balazos la noche del sábado.
(Sólo) cinco minutos después (´76) Diego Espinel le da el empate a Cúcuta y “todos” se sacudieron.
Las fotos del ataúd en la popular dieron la vuelta al mundo y los comentarios apuntan a la seguridad y a presuntas multas sobre el estadio.
La cara de la Policía Metropolitana la dio el jefe, (Coronel) Álvaro Pico, quién contaba al periodismo que por otros hechos de violencia, la barra del “Indio” tiene prohibido el ingreso al estadio, que “solo entran mayores de edad, sin ningún tipo de trompetas, o palos y muchos menos armas."
“Fue una situación verdaderamente insólita y sorprendente, que nos ha llevado a reunirnos para analizar cómo debemos controlar este tipo de actividades que no teníamos previstas".
"Lo que sabemos es que de una manera concertada algunos hinchas de esta barra que estaban adentro tenían todo planeado con los que llegaron con el féretro en el momento en el que se abrieron las puertas del estadio para la salida de la gente. Porque eso, esto pasó en los últimos minutos del partido", explicó Pico.
Este vídeo demuestra que el párrafo anterior envuelve una torpe mentira. Con todo, el jefe policial ensaya humildad (y más mentira) asegurando que “nos lograron sorprender. Nunca nos imaginamos que algo así iba a pasar. Por eso estamos analizando el tema y vamos a tomar medidas. Lo que sí puedo decir es que con este tipo de hechos, cada día aprendemos más los policías".
Los féretros exhibidos en reuniones públicas no traen buenos recuerdos en Argentina. En primera instancia la noticia puede sonar algo abrupta, morbo, inverosímil pero…
“La idea de llevarlo al estadio se nos ocurrió cuando recibimos el cuerpo en la funeraria San Gregorio del barrio La Libertad. En un principio queríamos pasearlo por la Plaza de Banderas, darle la vuelta al General Santander por fuera y regresarnos a la casa de él para la velación, pero una vez llegamos al estadio nos dijimos vamos a meterlo hasta la tribuna”, contó ‘Punta’, miembro de la facción “Los Zapateros” (igual que el muerto).
Después de haber pasado por el estadio (y propiciar el gol del empate?), el ataúd de ‘La Iguana’ fue llevado hasta la casa que compartía con su familia.
“Yo misma lo llevé hasta el estadio porque desde pequeño le gustaba el fútbol e iba a jugar el domingo el Cúcuta… ¿qué más que hacerle esa despedida?” respondió la madre a los micrófonos.
La noche colombiana del sábado (26.03.11) se llevó cuatro vidas. La primera, a las 20, fue la de Cristopher Alexander Jácome, que estaba jugando un partido en la cancha de microfútbol del barrio Bellavista, en la Ciudadela La Libertad (calle 22 y avenida 12).
Dos sicarios en moto irrumpieron en la cancha, le dispararon a “la Iguana” (17) y después a Cristian Camilo Bayona Vega (19) que estaba sentado mirando el juego.
“La Iguana” murió en el acto. Cristian está en estado desesperante con cuatro balazos en su cuerpo.
Fuente: La pelota no dobla
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