Tiembla en Fukushima tras explosión en planta nuclear









El sismo de 6 grados es una de las más de 150 réplicas del terremoto de 8,9 grados de este viernes que ha causado 600 muertes y 1000 desapariciones. Ocurrió poco después de que se redujera la alerta radioactiva en la provincia por una explosión en la central nuclear, que dejó 4 heridos.

En una rueda de prensa, el ministro portavoz, Yukio Edano, dijo que la detonación, que tampoco dañó el depósito que protege al reactor, se debió a una reacción química entre hidrógeno y oxígeno y aseguró que ha bajado el nivel de radiactividad en la zona.

La alarma cundió en el país y en toda la comunidad internacional cuando se produjo una fuerte explosión en la central nuclear, que causó cuatro heridos, a las 3:36 p.m. (hora local), al parecer cuando un equipo trataba de enfriar un reactor nuclear de la planta número 1.

La explosión derruyó el techo y las paredes del almacén que alberga el depósito del reactor. Los cuatro heridos, según la compañía eléctrica TEPCO, operadora de la planta, no se encuentran en estado crítico.

Unos 46.000 vecinos habían sido evacuados a primera hora de la mañana en un radio de diez kilómetros alrededor de la planta, aunque según NHK, en el momento de la explosión aún quedaban cerca de 800 personas, algunos de ellos ancianos.

Tras el seísmo de 8,9 grados en la escala de Richter ocurrido el viernes, el nivel de radiactividad en la planta 1 de Fukushima alcanzó hasta mil veces su nivel habitual en la sala de control de un reactor y hasta 70 veces su nivel cerca de la entrada principal de la central.

Nuevo sismo

La Agencia Meteorológica nipona informó que un sismo de 6 grados sucedió a las 10:15 p.m. en Fukushima (hora local) y tuvo su epicentro a 40 kilómetros de profundidad, con una intensidad 5 en la escala japonesa de 7, que se centra en el alcance del temblor.

Apenas diez minutos después, otro temblor de 4,8 grados sacudió la costa de Miyagi, otra de las provincias devastadas por el terremoto del viernes.

Su intensidad fue más leve, de tres en la escala japonesa, pues su epicentro estuvo a 80 kilómetros de profundidad.

Japón hoy

Mientras tanto, sigue aumentando el número de fallecidos por el terremoto que sacudió el noroeste de Japón y que fue seguido de un devastador tsunami.

La cifra de muertes se eleva ya a 600, mientras que el número de desaparecidos asciende a más de 1000, según la agencia local Kyodo, que suma las víctimas en distintos puntos del país.

Hasta el momento, de las 600 muertes, entre 200 y 300 son de los cuerpos encontrados en una playa en Sendai, y otros 200 cadáveres son los que se transfirieron a gimnasios de Iwanuma y Natori, todos ellos en la provincia de Miyagi. Además, se estima que hay 1000 desaparecidos.

La suma de muertos y desaparecidos se acerca ya a 1700, de acuerdo con la agencia nipona.

El portavoz del Gobierno japonés manifestó en rueda de prensa que "se cree que más de 1000 personas han perdido sus vidas".

Según Kyodo, unas 300.000 personas han sido evacuadas en cinco provincias del noreste de Japón.

La conmoción en Japón continúa y las calles de Tokio aparecieron este sábado casi desiertas. Los escasos viandantes reflejaban en sus caras la preocupación tras el terremoto vivido un día antes, el más grave de la historia de Japón.

La normalidad ha vuelto al sistema de comunicaciones y transporte de Tokio después de que no funcionaran los móviles y de que la suspensión del metro y los trenes de cercanías obligara a muchos miles de personas a dormir en improvisados refugios como pabellones, colegios o sus propias oficinas.

Aún así, persisten secuelas del caos y no todos los supermercados están abastecidos.

Muchas tiendas de alimentación se quedaron sin suministros por las miles de personas atrapadas en Tokio, habitado por unos 13 millones de personas en su centro y más de 30 en la zona metropolitana.

La megafonía distribuida en numerosos puntos de la capital japonesa pide a los ciudadanos que reduzcan el consumo eléctrico al mínimo, ya que la demanda esperada para Japón entre las seis y siete de la noche era superior a lo que se podría abastecer.

Los andenes del metro funcionaban desde primera hora de la mañana, una vez que desde las diez de la noche del viernes comenzó a restablecerse paulatinamente un servicio que estuvo interrumpido durante siete horas.

Además, más de 900 vuelos se cancelaron en los aeropuertos de Japón y los de Tokio, Narita y Haneda que abrieron este sábado sus pistas, aunque hubo algunos retrasos y problemas en los accesos por carretera.

Los tres grandes fabricantes nipones de automóviles, Toyota, Nissan y Honda, anunciaron que el próximo lunes la producción en todas sus fábricas en Japón estará paralizada por problemas de suministro tras el fuerte terremoto del viernes.



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Efe