Juan Manuel Olivera y el ecuatoriano Geovanny Caicedo protagonizaron una acción que no pasó por alto en el partido de Copa. Mano a mano y cara a cara en el área. La notable concurrencia superó los 50.000 hinchas.   

 

FUROR: La venta previa de 30.000 entradas reprogramó la organización que anunció la América, sector Colombes, para la gente de la Liga Deportiva Universitaria de Quito. El visitante compró 200 y entonces optaron por ubicarlos en la Platea América. Peñarol vendió el remanente de 1.000 más.

SILBIDOS: El plantel de la Liga Deportiva Universitaria de Quito asomó en la cancha a las 20 horas, en los ejercicios previos, y la silbatina cerrada surgió desde todos los rincones del Centenario.

CAMISETAS: El notable marco en el Centenario también se vistió de camisetas de Peñarol por todos lados. El ingreso lento por el control se extendió a gran parte del primer tiempo. El calor y color "calentó" la noche de Copa.

300.000 DOLARES: La recaudación global del encuentro ascendió a 300.000 dólares. Finalmente se vendieron 42.000 boletos y el citado monto, obviamente, no pasó por alto en el ambiente mirasol.

ENOJO: El árbitro amonestó a Domínguez, el arquero de Liga de Quito, porque le sacó la pelota con destrato a uno de los alcanza pelotas detrás del arco de la Colombes. La desesperación de la Liga de Quito se reflejó en la actitud del golero.

CARA A CARA: Juan Manuel Olivera, delantero de Peñarol y Geovanny Caicedo, protagonizaron una acción típica de semejante desafío. Mano a mano y cara a cara en el área, en la puja por la ventaja.

fuente: http://www.tenfieldigital.com.uy/TenfielDigital/servlet/hntdide?0,0,5%2F,1,70640,1,0,0