[b][/b][color=olive][b]El líder libio insiste en mantenerse en el poder.
A pesar de presentarse como una figura de paz, amenazó con no frenar el avance inmigratorio hacia el Viejo Continente.[/b]

En su cuarta semana, la crisis política y humanitaria en Libia transita horas decisivas. Mientras el régimen de Muammar Kadafi establece diversas estrategias para su política interna, no deja de mirar a EE.UU. y Europa.

En una entrevista realizada por el canal de televisión France 24, el líder libio señaló que su país es un aliado importante para Occidente en su lucha contra organizaciones terroristas como Al Qaeda. También aseguró desde Trípoli que su Administración ayuda a combatir la inmigración ilegal con destino a Europa.

“Hay millones de negros que podrían llegar al Mediterráneo y luego saltar a Francia e Italia si Libia deja de garantizar la seguridad”, advirtió Kadafi, quien continúa su resistencia en la capital estatal.

A tono con las palabras expresadas a la prensa, reportes del sur de Sicilia revelan que llegaron a sus costas 14 embarcaciones con más de mil refugiados en los últimos dos días. La guardia costera señaló que los indocumentados fueron trasladados a los centros de recepción, en donde ya se encuentran otro millar de personas.

En tanto, el mandatario buscó mostrarse como una figura esencial para la paz de la región, al aprovechar anteriores alianzas con gobiernos como el de George W. Bush o con los Estados europeos que bordean el Mediterráneo.

Asimismo, insistió sobre la consideración de que el mundo tiene una "imagen deformada" de la realidad en su país. "Muchos medios de comunicación han manipulado la verdad. Por esto es que hemos abierto la puerta a los periodistas extranjeros e invitamos a la comunidad internacional a abrir los ojos", sugirió Kadafi.

No obstante, luego de los últimos informes de asociaciones de Derechos Humanos, se siguen sumando pedidos de sanciones desde Europa contra las cuatro décadas del líder libio en el poder.

Intervenciones extranjeras. Los ministros de Defensa de los 28 miembros de la OTAN debatirán a partir del jueves en Bruselas una posible zona de exclusión aérea. Esta decisión depende de la aprobación de un mandato para una intervención militar por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por su parte, la Liga Árabe anunció este martes que sus cancilleres sostendrán el viernes una reunión de urgencia para tratar la escalada de violencia en el país.

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