Mientras se extraña sin disimulos aquel equipo generoso y contundente dirigido por Alejandro Sabella, a esta versión reciclada por Eduardo Berizzo apenas le alcanzó para plasmar su primer éxito en la Copa después de jugar sólo un rato, luchar más de lo aconsejable, desperdiciar situaciones para cerrarlo con algo más de comodidad y sufrir la mejoría de los colombianos en el complemento.

Empujado por 35.000 hinchas que, se sabe, viven los juegos por la Copa Libertadores con el verdadero espíritu de León, Estudiantes empezó el partido dispuesto a barrer con el equipo colombiano. Sin atarse demasiado al esquema táctico (Berizzo volvió a repetir el módulo 4-3-2-1), Mercado se mostró dispuesto a subir por la derecha, Enzo Pérez fue casi otro delantero por las dos orillas y la Gata Fernández, aunque retrasado, salió decidido a pisar bastante seguido el área de Deportes Tolima.

Al minuto dispuso González de una excelente oportunidad, pero su zurdazo quedó en las manos de Silva. Estudiantes siguió manejando la pelota con Verón y Barrientos, pero fue perdiendo precisión y profundidad.

Es cierto también que creció la producción del conjunto visitante.

Con mucha pierna fuerte -tres jugadores colombianos fueron amonestados en la primera mitad, la seguridad del longilíneo Julián Hurtado y el orden de Bolívar en la zona del círculo central, Deportes Tolima logró llegar el partido a por lo menos 30 metros de su arquero. Recién a los 21 minutos tuvo el Pincha su segunda oportunidad, cuando el cabezazo de González, muy recto, terminó en las manos del arquero.

Sufrió un poco con una llegada de Murillo que bloqueó Orion y salvó Braña con un cruce oportuno. Cuando jugaba poco y lo mejor que exponía era el corazón de Braña, cayó el gol. Tiro libre de Barrientos, desvío en la barrera y delirio de la muchedumbre con la apertura del marcador.

En el período final abundaron las situaciones en las áreas, algunas de ellas muy claras, aunque el marcador no se modificó. Están en su derecho los colombianos si con sideran que anduvieran muy cerca de la igualdad. Si Wilmer Medina estrelló su zurdazo contra un poste cuando Orion estaba jugado. Además, sobre el minuto 25, Julián Hurtado anticipó a González y su cabezazo rebotó en el parante de la mano derecha del guardavallas.

Tampoco le faltará razón a la gente de Estudiantes si se plantan en que debieron ganarlo por una diferencia mayor. Sucede que no puede meterla Leandro González, tal como le sucedió el domingo pasado ante Quilmes, cuando desperdició tres oportunidades muy claritas. Anoche le faltó suerte al ex delantero de Racing. En una enganchó de zurda ante Arrechea y Silva manteó su remate. Un rato después, desde la izquierda le pegó muy bien de derecha y el balón se estrelló en el travesaño.

Marrugo, con un derechazo que cruzó peligrosamente el área, metió el último toque de atención en el territorio de Orión. Sin Pérez, Barrientos y Fernández en cancha, Estudiantes trató se llegar al segundo tanto con la pelota por el aire, con más ganas que juego.

Estudiantes y Tolima jugarán el desquite en Ibagué, el próximo 30 de marzo. Después de lo que metieron y pelearon en La Plata, aquel encuentro pinta para otra batalla propia de la Libertadores.