Jacqueline Evangelista, directora de Planeamiento Evaluación y Control de Gestión del Ministerio de Educación, comentó los alcances del programa de educación sexual integral que implementa esa cartera con capacitaciones a directores de escuelas. Fue tras conocerse por estas páginas la denuncia presentada ante el Inadi por Milagros, una estudiante de profesorado a quien la directora de la Escuela 105 le habría dificultado la realización de prácticas en ese establecimiento por ser travesti.

Según explicó la funcionaria, desde el ministerio se viene trabajando en una "mesa ampliada" integrada por técnicos de educación y de otras áreas, trabajo que se traduce en capacitaciones a directores y docentes y a profesionales de los centros de apoyo escolar. Reconoció, sin embargo, que su área no intervino directamente en el caso de Milagros.
"Lo que se busca es que el Programa de Educación Sexual cuente con una base de consenso en la comunidad. Sabemos que va a haber obstáculos difíciles, hasta que esto se instale y en un tiempo podamos mirar para atrás y ver cuanto se ha avanzado - explicó Evangelista en contacto con Radio Noticias -. Todavía quedan muchas barreras por derribar y prejuicios que revisar en cada uno de nuestros ámbitos, pero hemos tenido muchos avances".

- ¿Y cual ha sido la barrera más difícil con la que se encontraron?

- Como en todo cambio cultural, la berrera más difícil está en cada uno de nosotros. el Programa justamente propone como primera reflexión las cuestiones personales del docente. Somos producto de la educación que recibimos, entonces, en ese sentido, cada uno hace lo que puede, si bien quienes estamos en Educación tenemos la obligación de poder más y reflexionar más sobre esos prejuicios.

- Pero puede resultar peligroso que un tema como éste depende de cada uno...

- Me refiero a que dentro de lo que estipula el Programa de Educación Sexual Integral, no se puede eludir la reflexión personal sobre los prejuicios al momento de aplicar los enfoques de educación sexual en la escuela. Pero está claro que no depende del docente: este año se llevaron adelante capacitaciones y se entregaron a las escuelas de todos los niveles los contenidos elaborados por el Programa de Educación Sexual Integral de Nación, con una explicación sobre cómo se utiliza ese material en las aulas. El cambio cultural es lento, pero acá hay una ley que hay que respetar.

- Y si el cambio cultural es lento, ¿quienes tienen que impulsar o acelerar ese cambio?

- Las acciones del Ministerio de Educación apuntan a eso; es el Estado el que está trabajando para permitir una más rápida circulación del tema.



Milagros

Jacqueline Evangelista comentó también que tuvo a Milagros como alumna en el Instituto de Formación Docente. "Fue un placer conocerla porque es inquieta por el estudio y por aprender, y fue eso lo que valoré", dijo.

- Y la situación que vivió y que se conoció a través de LA ARENA ¿qué reflexión le merece?

- Tiene que ver con el proceso de cambio cultural. Estas situaciones no nos tienen que horrorizar, asustar ni inhibir, sino llevarnos a trabajar más a fondo porque nos están mostrando que hace falta más capacitación y más reflexión.

- Ante estos casos puntuales, ¿cómo trabaja el Ministerio?

- Aclaro que este caso particular no dependía de nuestra dirección. Pero nosotros venimos trabajando con las directoras y ofrecemos todo el apoyo necesario ante algún emergente, porque sabemos que hay que acompañar a la escuela. El programa interviene apoyando y acompañando y, si es necesario, acercando las partes.

- ¿Qué sintió en lo personal cuando la tuvo a Milagros de alumna?

- Fue muy buena alumna. Mi preocupación pasaba por ver cómo ella va a enfrentarse a las distintas situaciones, incluso al momento de dar clases, porque como sociedad nos quedan muchas cuestiones por resolver. No accedemos a las mismas oportunidad de educación ni estamos todos en el mismo nivel de información; y en ese sentido, personas como Milagros abren caminos, pero no les es sencillo. Igualmente creo que ella tiene los recursos y la sociedad se va preparando para respetarnos más y no mirar tanto las diferencias.







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