¿Qué pasaría si te alcanzara un rayo?



¿Qué pasaría si te alcanzara un rayo?





A simple vista, parece una pregunta bastante fácil de responder. A decir verdad, un rayo te puede alcanzar de diferentes formas, y el tipo de impacto es el que dicta las consecuencias para el cuerpo:


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    Impacto directo: Un rayo nube-tierra incide directamente en ti o en algo que estás sujetando, como por ejemplo, un palo de golf, en lugar de precipitarse primero en el suelo.
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     Flash lateral: El rayo incide en algo próximo al lugar en el que te hallas y luego salta hasta tu posición.
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     Potencial de contacto: Mientras estás tocando algo, como por ejemplo una valla o un árbol, el rayo impacta en ese objeto y el fluido eléctrico se desplaza desde el objeto hasta tu cuerpo a través del punto de contacto.
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    Tensión en escalón: Estás sentado en el suelo con los pies juntos y las rodillas flexionadas cerca de un lugar en el que impacta un rayo nube-tierra. Al dispersarse la corriente eléctrica, circula a través de tu cuerpo, entrando por un punto, como por ejemplo los pies juntos, y saliendo por otro, las nalgas.
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     Voltaje de choque: Mientras estás usando un electrodoméstico o un teléfono, el rayo incide en la fuente de energía eléctrica o en la red conectada al dispositivo y recibes un shock.



La peor experiencia con un rayo la constituye el impacto directo, que estadísticamente es la más letal. A continuación, y por lo que al nivel de severidad se refiere, le sigue el flash lateral o el potencial de contacto, y por último, la tensión en escalón y el voltaje de choque. Básicamente, la cantidad de electricidad y de voltaje que circula por el cuerpo disminuye con cada uno de estos tipos de impacto. Si eres víctima de un impacto directo, el rayo incide de lleno en tu cuerpo, mientras que en los demás casos, la intensidad se reduce como consecuencia de una mayor o menor dispersión de la energía.







El sistema circulatorio, el respiratorio y el nervioso son los más afectados cuando una persona es alcanzada por un rayo:

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    Circulatorio: La mayoría de las fatalidades resultantes de impactos directos se deben a paros cardíacos. Aunque parezca una ironía, con la administración de otro shock eléctrico en el corazón con un desfibrilador automático externo, la víctima podría sobrevivir.
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     Respiratorio: La principal amenaza para el sistema respiratorio es la parálisis. Para que la víctima no muera por falta de oxígeno, se requiere respiración artificial.
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      Nervioso. Cuando el sistema nervioso central resulta afectado, se pueden producir distintos efectos secundarios, tales como demencia, amnesia, parálisis transitoria, trastornos en los reflejos, vacíos de memoria y ansiedad o depresión.







Cada año, de cada mil personas que reciben el impacto de un rayo, más de cien fallecen a causa del mismo. No hay que jugar con los rayos. Se deben tomar ciertas precauciones para garantizar la seguridad personal en una tormenta.

Si estás al aire libre:

Busca un refugio apropiado en un edificio o en un coche. La mayoría de la gente cree que son los neumáticos de caucho los que les mantienen seguros en un automóvil, porque el caucho no es un conductor de la electricidad, pero en realidad, cuando los campos eléctricos son muy potentes, los neumáticos resultan más conductores que aislantes. El motivo por el cual estás seguro en un coche es que el rayo viaja por la superficie del vehículo y luego continúa hasta el suelo. El coche actúa como si se tratara de una jaula de Faraday. Michael Faraday, físico británico, descubrió que una jaula metálica podía proteger objetos en su interior cuando una gran descarga eléctrica incidía en ella. El metal, siendo un buen conductor, dirigía la corriente alrededor de los objetos y se precipitaba en tierra. Este proceso se utiliza muchísimo hoy en día en el ámbito de la electrónica para proteger circuitos integrados electrostáticamente sensibles.

Evita guarecerte debajo de los árboles, pues atraen los rayos. Dirígete a un espacio abierto, junta los pies al máximo y agáchate, colocando la cabeza lo más baja posible, aunque sin tocar el suelo —acuérdate de la tensión en escalón—. Sólo debes estar en contacto con el suelo por un punto. Por esta misma razón, no te eches nunca en el suelo; el fluido eléctrico pasada a través de todo tu cuerpo.

Si estás dentro de casa:

Aléjate del teléfono. Si tienes que llamar a alguien, utiliza un teléfono inhalámbrico o un móvil. Si un rayo impacta en la línea telefónica, la corriente viajará a través de todos los teléfonos de la línea, y si tienes el tuyo entre las manos, a través de tu cuerpo.


Mantente alejado de las tuberías (bañera, ducha, etc.). El rayo puede caer en la casa o cerca de ella y descargar su energía a través de la red de tuberías metálicas. Actualmente, en muchos edificios se utiliza PVC (cloruro de polivinilo) en las conducciones de fontanería de interior, con lo cual la amenaza es mínima. Sea como fuere, si no estás seguro de qué material son tus tuberías, no te arriesgues.