Estan en la calle y necesitan un corazon !

Están en la calle, y con un hijo que necesita un corazón urgente



La familia Brizuela se encomienda a la Virgen de la Rosa Mística para salir de la "desgracia". La carpa donde viven está en el primer callejón al sur de El Cerrillo (por Ruta 40) por donde se ingresa a Los Berros.

Viven en una carpa en Colonia Fiscal. No tienen ni para comer. El hijo mayor está primero en lista de espera para un transplante en el Garrahan.

A las tres y media de la tarde Miguel estaba probando el primer bocado en casi dos días. Un amigo le acercó un poco de guiso y lo pudo comer sin remordimiento: Es que gracias a la donación de otra vecina, tenía la cena para los tres chicos que viven con él. A la amargura de su nefasta situación económica se le suma una aún peor: desde hace dos meses tiene al mayor de sus hijos, Juan (10), internado en el hospital Juan Garrahan en Buenos Aires a la espera del transplante de un corazón, porque el suyo lo tiene agrandado y no le funciona. Este niño está acompañado por su madre, María.

Los Brizuela viven en Colonia Fiscal, departamento Sarmiento. Y literalmente en la calle. Unos palos enterrados sostienen una carpa, única vivienda para esta familia de escasos recursos que, hasta hace un año atrás, vivía modestamente pero sin ninguna necesidad. A mediados de marzo el mayor de los cuatro hijos se enfermó y todo cambió. Juancito actualmente está internado en el Garrahan y ocupando el primer lugar en la lista de espera de donantes. Necesita un corazón urgente. Y de una casa donde recuperarse después de la operación. Según el padre, nunca recibieron el módulo habitacional que les prometió el municipio de Sarmiento cuando el pequeño comenzó con su trastorno cardíaco. "Yo no le hecho nunca mal a nadie -dice entre lágrimas Miguel Antonio Brizuela-. Y lo que nos pasa es una injusticia de la vida, ya no tengo muchas fuerzas para seguir luchando".

Este hombre de 55 años está desocupado y cumpliendo el rol de padre y madre, cuidando a sus tres hijos de 5, 7 y 8 años. Sobreviven gracias a la solidaridad de la gente. "Cuando Juancito se enfermó tuve que vender todas las herramientas del taller mecánico que teníamos con mi esposa. Y ahora no puedo salir a trabajar porque no tengo quien me cuide a los chicos".

Luego de la explicaciones Brizuela mira el reloj. Dentro de un par de horas tendrá que salir a la Ruta 40 para esperar a sus hijos que llegan de la escuela. Y para darles una muy buena noticia. Alguien le regaló $20 y pudo acreditarlos en el teléfono de su esposa. Por fin Melisa, Elio y Eliseo podrán volver a hablar con su mamá y con Juancito a los que no ven desde febrero. Les contarán que todas las noches le ruegan a la Virgen de la Rosa Mística que los traiga de regreso a casa.


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Hasta de Santa Cruz llegó colaboración para Juancito



Ayuda. Miguel Antonio Brizuela contó ayer que mucha gente se acercó por la carpa donde vive y le prometió todo tipo de ayuda.

Ayer a la mañana Daniel se comunicó con DIARIO DE CUYO. Llamaba desde Santa Cruz. Quería averiguar de qué modo podía hacerle llegar su ayuda a Juancito, el niño de 10 años que está primero en lista de espera para recibir un corazón y su familia vive en una carpa en la Colonia Fiscal, Sarmiento. Daniel no quiso revelar su apellido, sólo dijo que tenía muchas maneras de colaborar para que la familia Brizuela esté un poco mejor. También el Ministerio de Desarrollo Humano ya está trabajando para que tengan una vivienda digna. Toda la ayuda empezó a llegar ayer, después que la historia de Juancito y su familia tomara estado público.

Daniel es un geólogo sanjuanino que desde hace un año y medio trabaja en una mina en Santa Cruz. Pero sin olvidarse de su tierra natal: "Siempre me informo de lo que pasa en mi provincia a través del DIARIO DE CUYO en internet -contó desde el sur-. Así me enteré que Juancito necesita un corazón urgente y que su familia está en una situación bastante angustiante. Yo quiero ayudar de alguna manera".

El geólogo pidió los teléfonos de los papás de Juancito para, como primera medida de ayuda, hacerles una carga de 20 pesos a cada uno en sus celulares para que puedan hablarse desde Buenos Aires a la Colonia Fiscal, cosa que les resulta complicado a los Brizuela. Y también ofrecerles en donación algunas herramientas para el taller mecánico. El papá se ganaba la vida de esa manera, pero tuvo que vender las herramientas para ayudar a sus hijos, después que se confirmó que Juancito tiene el corazón agrandado y así no puede vivir.

Desde el Ministerio de Desarrollo Humano también llegó la ayuda para la familia Brizuela. Ayer por la tarde un equipo técnico comenzó a trabajar en el lote donde viven para instalar un módulo habitacional de dos dormitorios, cocina-comedor y baño. El lunes empezarían a trabajar. "El municipio de Sarmiento ya les había otorgado uno de estos módulos hace un tiempo, pero no sé porqué razón nunca se lo instalaron", explicó el ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina. El gobierno también ayudará a Juancito y su mamá, que están hace dos meses en el Garrahan a la espera del transplante.

Miguel Brizuela estaba feliz por toda la ayuda recibida. Pero triste porque parte de la misma significó separarse momentáneamente de sus otros tres hijos. Por orden del ministro Molina, los chicos permanecerán albergados en FUNDAVIDA, (una ONG que funciona en Media Agua), hasta que el módulo habitacional esté instalado. Allí recibirán comida, ropa, educación, atenciones básicas de salud, y la visita de su papá.


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