El otro hombre

El otro Hombre

Desde el fondo de aquel agujero todo se veía como una destellante nube de puntos grisáceos.

-Unnno- murmuró el ser de los ojos vívidos,-ddd, dos-¡Qué difícil resulta esto!, parecerse tanto
a esos bípedos y sombríos individuos que caminan de un lado a otro cargados de ideas
insignificantes, tan insignificantes como de qué color debe ser el lazo ese que llevan anudado
al cuello y termina en un triangular ápice. Con esos particulares pensamientos dudo que
lleguen a entender quién soy yo, o quién son ellos ¿Acaso yo no seré igual que ellos? Lo
dudo, pero tal vez si ellos se pusieran a reflexionar comprenderían el mundo tal cual lo
comprendo yo. Bellas flores, caminos inhóspitos, estrellas fugaces.

Retomemos,-trrr-el ser se dobló sobre sí mismo con exasperación. Titubeó durante un rato,-
¡tres!- ¡Ahí está!, ése era el símbolo, no eso no, el código ¡no! El…el, el núuuhmeróu.Sí, así lo
llamaban los seres sin gracia, sin vida, hundidos en su mundo de rascacielos y objetos que se
deslizan sobre cuatro discos escupiendo humo negruzco y venenoso.

-Aaaah-suspiró la criatura. Cómo esos pequeños hermanitos no conocen más misterios, cómo
les agrada sucumbir en esa burbuja  cínica cargada de redes que entrelazan sus cabecitas con
voces  sin habla, sin amor, insensibles y frías como el río del oeste que desciende de los picos
altos. Cuando no pierden el tiempo con sus artefactos, se ocupan de inventar extrañas
escrituras y  fórmulas con el fin de encontrarle un sentido a sus vacías almas, sin saber que de
esa forma se estancan más en sus fechorías soberbias. Malgastas el tiempo,amiguito,la
búsqueda de tu felicidad está aquí mismo. No en tus sucias industrias o en tu inservible papel
verde que intercambias por más montañas de baratijas. Esas cosas materiales pierden su
esencia natural, las extraes de mi tierra, de mis bosques, de mi agua. Simplificas tu vida de una
manera tan absurda, que me dan ganas de estallar de risa, de gritártelo en la cara ¡la
naturaleza ya está para servirte, no hace falta modificarla! ¿O acaso tomar agua clorada es
mucho mejor que beber de un manantial cristalino? ¡Que bárbaros! ¡qué necios! ¡qué
increíblemente asombrosos son ustedes fantasmas errantes! Nacen de una misma madre que
es la vida para luego atropellarla con sus fusiles cargados de su enemigo más aberrante, la
tozuda muerte. Si lo menos que espero de ustedes es un abrazo, más me aterra aún pensar en
que se matan uno por uno en campos desiertos o desoladas ciudades ardientes de sangre.
¡Ay mi querida madre hacedora de mi existencia! Si pudieses hacer algo, tan solo un discreto
milagro para llamarlos a mi encuentro. Yo les explicaría, me fundiría con ellos, también trataría
de entederlos, así como yo trato de entender su galerías de cuadros pintorescos o su forma de
hablar.

Creen en un ser superior llamado Dios, se arrodillan frente a sus ídolos de piedra. Van en
masas a establecimientos anticuados para hablar con él, pero aún se pierden más, caen en un
abismo  de cómos y porqués que ni ellos pueden darse a conocer. Su desorientada mente no
entiende que el Dios es Todo, cada rincón de nuestro ser y del planeta es ese algo supremo. El
lugar en el que coexistimos es simple, tan básico y elemental que se nos hace difícil a la vez  
descubrirlo.

La criatura miró la palma blanquecina de sus manos, se tendió de costado y hurgo con el dedo
índice en la tierra.-Creo que ya ha llegado la hora- murmuró.-Sí,tal vez no sea tan difícil ser
como ellos, a lo mejor puedo ser más que ellos-se respondió a sí mismo. El incipiente hombre
se irguió y de pronto se pareció mucho a sus otros anfitriones, idéntico de pies a cabeza. Con
ojos acuosos observó desde el fondo del profundo agujero el cielo vespertino en el que se
desenvolvía un manto de estrellas tan magnífico y tan infinito como las ideas insignificantes
que traspasaban su cabeza.

By Rodriixii